La Cosa (entrega final)
Opción 2
Entrega final de La Cosa. En la última corrección me señalaron cuánto más interesante era el muñeco relacionándose con los otros objetos del cajón más que siendo 'rescatado' de él. Tomé en cuenta ese aspecto y la particularidad de la mirada del muñeco a cámara para esta instancia y quise profundizar sobre ella, siendo esto lo que humaniza en cierto modo al objeto y le da su carácter de protagonista.
Hice muchas pruebas y abordé esta nueva foto de diferentes maneras, pero personalmente estoy más conforme con el trabajo que hice en la entrega anterior. Tuve dificultades a la hora de transmitir sentimiento tangible sin el uso de las manos humanas.
Proceso:
Backstage:
Me pareció pertinente hacer una suerte de reencuadre con el muñeco adentro del cajón porque es una parte vital de su 'vida diaria', y como ya se ha sugerido en entregas anteriores creo que ahora tocaba evidenciarlo. Además siento que termina de contextualizar al objeto en un lugar concreto más que en un amuchamiento de cosas/desorden.
Quise alejarme de las decisiones de iluminación de la última entrega, las 'sombras dramáticas' y darle un poco más de suavidad a esa luz. Usé un velador muy fuerte, que tendía a quemar o sobreiluminar las superficies claras, por lo que cubrí la lámpara con una remera para filtrar un poco la luz, y de hecho no estaba apuntando a la escenografía sino solo 'de reojo', la luz que llegaba al objeto era más bien residual desde la izquierda y una leve luz natural de una ventana cubierta desde la derecha. Sigo optando por un primer plano, es una valoración estética personal, pero en esta entrega es un poco más abierto para visualizar el contexto, y que sea una imagen más rica.
Me pareció pertinente hacer una suerte de reencuadre con el muñeco adentro del cajón porque es una parte vital de su 'vida diaria', y como ya se ha sugerido en entregas anteriores creo que ahora tocaba evidenciarlo. Además siento que termina de contextualizar al objeto en un lugar concreto más que en un amuchamiento de cosas/desorden.
Quise alejarme de las decisiones de iluminación de la última entrega, las 'sombras dramáticas' y darle un poco más de suavidad a esa luz. Usé un velador muy fuerte, que tendía a quemar o sobreiluminar las superficies claras, por lo que cubrí la lámpara con una remera para filtrar un poco la luz, y de hecho no estaba apuntando a la escenografía sino solo 'de reojo', la luz que llegaba al objeto era más bien residual desde la izquierda y una leve luz natural de una ventana cubierta desde la derecha. Sigo optando por un primer plano, es una valoración estética personal, pero en esta entrega es un poco más abierto para visualizar el contexto, y que sea una imagen más rica.
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